Allá por 1999, un grupo de fans españoles viajamos a Alemania para asistir al concierto "Michael Jackson & Friends". En las horas previas al espectáculo, nos encontramos con otros fans de nuestro país e incluso nuestra ciudad, a los que no conocíamos.
No tardó en surgir la idea de quedar un día en Madrid para pasar la tarde y tomar algo juntos.
Ese mismo año empezó la tradición de hacer una quedada (KDD) cada año.
Lo que comenzó como una simple cena y un paseo por Madrid para buscar discos de MJ por las tiendas de coleccionismo, fue creciendo a lo largo de los años. No tardamos en buscar locales donde nos pusieran música de nuestro ídolo. Como todo nos sabía a poco, el paso siguiente fue alquilar locales donde nosotros mismos pudiésemos pinchar nuestra música y poner nuestros vídeos.
El décimo aniversario de la KDD ocurrió lo impensable. Nunca hubo una tan dura como la de 2009. Muchos de los habituales, rotos por el dolor de la pérdida de Michael, dejaron de asistir. Sin embargo, esa misma pérdida trajo consigo una nueva oleada de fans dispuestos a celebrar su legado. Bautizada ya como MOONWeekend (un juego de palabras entre Moonwalker y Weekend, fin de semana en inglés) mantuvimos la esencia de aquellas primeras reuniones. Compartir mesa con otros fans y salir a divertirnos, pero añadiendo nuevos eventos con los que nunca podíamos haber soñado en los comienzos: Recibir las visitas de aquellos que trabajaron con el propio Michael.
A lo largo de estos últimos años nos ha acompañado gente que compartió el estudio con el Rey del Pop como Brad Sundberg, Brian Vibberts, Brad Buxer o Michael Prince, músicos como Jennifer Batten, bailarines como Lavelle Smith o el coreógrafo y director Vincent Paterson.